Cómo se comunican los gatos
Los gatos tienen su propio lenguaje para expresar lo que sienten. No solo utilizan su voz, sino que también comunican sus emociones a través del cuerpo: ojos, orejas, bigotes y cola son clave para interpretar su estado de ánimo.
Es importante recordar que para entender correctamente el lenguaje corporal de tu gato, debes considerar el contexto y el entorno. Un gato que parece asustado puede estar reaccionando a un ruido fuerte o a una persona desconocida. Si muestra signos de incomodidad sin una razón aparente, podría estar enfermo o sintiendo dolor.
Señales corporales de un gato feliz
Un gato relajado y contento tiene una postura corporal suelta y confiada.
- Cuerpo: Relajado, con las patas estiradas o recogidas cómodamente si está tumbado. Si muestra su barriga, es señal de confianza, aunque no siempre significa que quiera caricias en esa zona.
- Ojos: Pueden estar semicerrados o con parpadeos lentos, lo que indica confianza y afecto. Si tu gato te parpadea lentamente, devuélvele el gesto para fortalecer el vínculo.
- Orejas: Orientadas hacia adelante, pero relajadas y orientándolas hacia los sonidos de su alrededor son una muestra de interés y tranquilidad.
- Cola: Sin movimiento o en posición vertical con una ligera curva en la punta, si te está saludando.
- Vocalizaciones: Ronroneos suaves, maullidos agudos o gorjeos.
- Comportamiento: Puede amasar con sus patas sobre superficies blandas o sobre ti, lo que indica felicidad y placer. Un gato feliz también puede frotarse contra ti , empujar su cabeza contra tu mano o mostrar un comportamiento curioso y cariñoso.

Si quieres garantizar su bienestar, te recomiendo mi coaching de bienestar felino, donde aprenderás cómo vive, siente y piensa tu gato, para que puedas cuidar su salud integral y crear una convivencia feliz entre todos.
Lenguaje corporal de un gato juguetón

El juego es una parte fundamental en la vida de los gatos, ya que les ayuda a desarrollar sus instintos cazadores y a mantenerse activos mental y físicamente.
- Cuerpo: Se agazapa, mueve su trasero y puede saltar de forma repentina.
- Ojos: Abiertos y atentos, con pupilas dilatadas en señal de concentración.
- Orejas: Orientadas hacia adelante, captando cada movimiento. Atentas a cualquier movimiento o sonido de una posible “presa”.
- Cola: Puede moverse rápidamente de un lado a otro si está agitado o con movimientos lentos de balanceo cuando tiene curiosidad o está concentrado.
- Comportamiento: Puede acechar, perseguir, abalanzarse o agarrar juguetes u objetos en movimiento. Cuando capturan la presa, pueden dar patadas vigorosas con las patas traseras.
Si tu gato muestra estas señales, dale un juguete seguro para canalizar su energía. Puedes encontrar ideas en el artículo Ideas de juegos para sorprender a tu gato en casa.
Cómo reconocer el miedo en los gatos
Los gatos pueden expresar el miedo de diversas maneras, y aprender a reconocer sus señales es clave para entender su estado emocional y actuar de manera adecuada. Su lenguaje corporal y comportamiento nos dan pistas claras cuando se sienten asustados o inseguros.
- Cuerpo: Puede encogerse y tratar de hacerse más pequeño o, por el contrario, arquear la espalda para parecer más grande. El pelo de su espalda y cola pueden erizarse.
- Ojos: Muy abiertos, con pupilas dilatadas debido a la adrenalina.
- Orejas: Si el miedo es leve, las orejas pueden girar hacia los lados; si es intenso, se aplastarán completamente contra la cabeza.
- Cola: En muchos casos, la cola se mantiene enroscada alrededor del cuerpo o moviéndose rápidamente de un lado a otro en señal de nerviosismo.
- Bigotes retraídos: Cuando un gato tiene miedo, sus bigotes pueden pegarse a la cara en señal de sumisión y precaución.
- Vocalizaciones: Bufidos, gruñidos, maullidos lastimeros e incluso chillidos.
- Comportamiento: Un gato asustado puede esconderse, moverse de forma brusca o quedarse inmóvil, evitando el contacto visual como señal de inseguridad. En casos de estrés extremo, podría marcar territorio con orina para sentirse más seguro.
Si tu gato muestra estas señales, evita forzarlo a interactuar y dale un espacio seguro donde pueda esconderse hasta que se sienta mejor.

Lenguaje corporal de un gato agresivo

Cuando un gato se siente amenazado, estresado, asustado o frustrado, puede adoptar una postura agresiva como mecanismo de defensa o para imponer su territorio. Sus señales corporales y vocales pueden ayudarte a identificar su estado de ánimo.
- Cuerpo: Erguido, firme y con la espalda arqueada. El pelo puede estar erizado.
- Ojos: Muy abiertos, con pupilas contraídas, mirada fija, sin parpadeo y sin evitar el contacto visual.
- Orejas: Hacia adelante o ligeramente ladeadas.
- Cola: Erguida y erizada, en movimiento.
- Bigotes: extendidos hacia adelante, separados de la cara.
- Vocalizaciones: Gruñidos profundos y sostenidos, Bufidos y maullidos graves. Antes de atacar, puede emitir un fuerte grito.
- Comportamiento: Completamente inmóvil, avanzando lentamente, no evita huir sino que se muestra firme y desafiante.
Un gato en este estado puede bufar, gruñir o lanzar zarpazos. Lo mejor que puedes hacer es darle espacio y eliminar el estímulo que le provoca agresividad.
Señales de un gato enfermo o con dolor
Los gatos, cuando están enfermos o no se encuentran bien, por supervivencia, intentan evitar que se les note, es por ello que las señales que muestran son muy sutiles. A veces, los cambios en el lenguaje corporal de un gato pueden indicar que no se siente bien.
- Cuerpo: Postura encorvada o encogida, con la cabeza baja y el cuerpo tenso o débil. Puede moverse lentamente o permanecer inmóvil.
- Orejas: Caídas, inclinadas hacia los lados o ligeramente hacia atrás, sin la alerta habitual.
- Ojos: Entreabiertos o vidriosos, con mirada apagada o ausente. Puede haber secreciones o parpadeo lento.
- Cola: Pegada al cuerpo, inmóvil o sin los movimientos habituales de curiosidad.
- Comportamiento: Letárgico, menos activo, evita el contacto o se esconde. Puede dejar de acicalarse, perder el apetito o emitir maullidos débiles si siente dolor. El dolor puede provocar que se le erice el pelo. También puede ronronear.
Si tu gato muestra estos signos junto con otros cambios en su comportamiento (menos actividad, falta de apetito, aislamiento), es importante llevarlo al veterinario lo antes posible.
La Escala de Grimace, permite conocer diferentes niveles de dolor en el gato observando sus expresiones faciales.

Observar el lenguaje corporal de tu gato es clave para comprender sus emociones y necesidades. Desde la felicidad hasta el miedo o la enfermedad, cada movimiento y postura tiene un significado.
Si quieres aprender más sobre el comportamiento felino y mejorar la relación con tu gato, suscríbete a mi Newsletter semanal para recibir consejos exclusivos. También puedes seguirme en Instagram para más contenido sobre bienestar felino.




