Todas mis consultas empiezan con un cuestionario para hacerme una idea del caso. Entre otras muchas cuestiones, saber si tu gato araña o rasca una superficie, me aporta mucha información sobre su estado y bienestar, y si el gato no rasca, es que pasa le pasa algo, puesto que rascar, es una necesidad para los gatos.
Rascar es una necesidad básica para el gato. Para él es tan importante como comer, respirar, dormir, acicalarse o jugar… Por lo tanto, reñir o castigar a tu gato porque te rasca un mueble, sería como reñirle o castigarle por comer cuando tiene hambre.
Si quieres evitar que te rasque el sofá o algún mueble, debes ofrecer a tu gato un rascador en condiciones que sea más atractivo para él que lo que está rascando.
Rascar tiene tres finalidades distintas:
1. Ejercita y estira los músculos de las extremidades anteriores y la columna vertebral. Sirve para tonificar y mantener su condición física.
2. Se afila las uñas y de esta forma puede desechar las antiguas y mantenerlas en condiciones.
3. Se comunica. Y este es el apartado sobre el que quiero hacer más hincapié pues creo que es el que más se desconoce.
El gato se comunica a través del arañado de dos maneras distintas. Visual y olfativa. El arañazo es una marca de territorio que se percibe a través de la vista, pero también a través del olfato, ya que al rascar, el gato deposita feromonas de sus glándulas interdigitales.
Cuando tu gato rasca está dejando un montón de información valiosa para él y para el correcto funcionamiento en convivencia con otros gatos.
Debes observar siempre a tu gato, ya que un cambio en la frecuencia de rascado podría indicar la presencia de un problema físico o comportamental. ¡Si tu gato deja de rascar o empieza a hacerlo en exceso, contacta con tu veterinario o escríbeme!
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¿Tu gato rasca? ¿Dónde le gusta hacerlo?